2014/10/27

Torca del Carlista

14/10/26: Carlos Puch, Javi Moreno, Diego, Josu Granja, Iñaki, Martin, Gotzon, Idoia, Oier.

Martin:


Que se sepa, Jon Arana fue el primer espeleólogo en bajar la torca del Carlista. Lanzaron una escala desde la boca y debió de caer ruidosamente hasta el fondo. Descendió los primeros pozos de veinte, se asomó a la campana, donde no pudo haber visto más que negrura, y comenzó a destrepar los casi noventa metros que le quedaban hasta la base. No había paredes, ni referencias, y los que han utilizado carburo aseguran que apenas pudo haber intuido la inmensidad de aquella oquedad. Pero. Cuando llegó a la base, Jon Arana no gritó, tampoco rió de alegría, lo que hizo, y lo relataba expresivamente en el documental de Santi, fue sacar su cuchillo y blandirlo en el aire.

Javi Moreno se ha propuesto topografiar la torca del Carlista en 3D. Sin los escáneres de última generación propicios, ha tenido que recolectar manualmente cada punto con su láser Disto X2; un proyecto que requiere una paciencia extremadamente sistemática, prácticamente amanuense. Diego Dulanto y él llevan ya varias salidas y una infinidad de puntos topográficos recolectados. Los del ADES nos habíamos prestado voluntarios para ayudarles en su última incursión (para que no se sintieran tan solitos...). En condición de sherpas, estábamos Idoia, Gotzon, Oier, Iñaki, yo y nuestro fotógrafo oficial, Josu Granja, que apareció con su cámara y sus flashes preparados. También acudió una leyenda viva de la espeleología, Carolo, creador de nuestro gran atlas subterráneo y especialista en pérdidas por satélite.

Dejamos los coches en la cantera de Pozalagua y nos dirigimos en hilera a ese arrecife de caliza urgoniana. En palabras de Iñaki, nos encontrábamos en el Himalaya de la espeleología. ¡El terror aumentaba! Diego Dulanto fue el primero en entrar en la grieta. El resto fue una lenta y desesperante espera. Oier, Idoia, Carolo, Gotzon. Y llegó el momento. La instalación química de Diego no tenía ninguna complicación, llegamos rápidamente a la campana y Gotzon nos esperaba en una esquina. Desde allí, se podía ver a los que ya habían descendido. Veía sus cascos y sus buzos, sus gestos, y, por un momento, no pareció tan temible. Estaban ahí mismo. Enganché el descendedor, solté el cabo largo, Gotzon sonreía malvado, solté el cabo corto, tragué una bola de saliva, y me alejé de Iñaki. 

Argazkia: Josu Granja (2009)
La pared desapareció, se hizo de noche, y los que antes parecían cercanos se alejaban a medida que yo descendía. Entonces sí, sentí cómo la inmensidad de la sala GEV me oprimía los pulmones. El guante había empezado a ennegrecerse y, a diferencia de Jon Arana, yo sí era plenamente consciente de que aquella era la sala subterránea más grande de Europa. Al de unas horas, toqué suelo y solté rápidamente el Stop candente. 

Como ya ha explicado Oier, nos organizamos en tres grupos. Grupo de topo, Javi y Diego, grupo de bichólogos, Carolo y Oier, y grupo de fotografía, el resto. Caminábamos por la torca como quien camina por un monte de noche. En fin, los bloques descomunales, el arco que une las dos bóvedas (jodidamente épico), las columnas milenarias, las coladas, qué coladas y… bueno, del sifón no diré nada. La Torca del Carlista. Al final, para el equipo de topo no fue la expedición productiva que habían previsto, tendrán que volver a acabar la sala Aranzadi. El equipo de tramperos se unió al de foto después de recolectar sus bathynell, y Josu Granja consiguió iluminar algunos “rincones” de la torca. La subida fue lenta. Gusanos luminiscentes que ascendían por su hilo de baba.

Javi nos habló de la dolomitización de la estructura sedimentaria, del cavernamiento, de los grandes bloques caídos. Sin embargo, yo sólo pude ver un carlista herido en la repisa. Ah, y también sentí esa presencia desconocida de la que intentó defenderse Jon Arana con un cuchillo.

Oier:


Torca del Carlistara. Helburuak: topo barrixa osatzia, lagin biologikuak hartzia, kanpaittik kanpoko argazkixak hartzia.

Frakturiangaittik hille biko etenaldixan ostian, pozik geratu naiz eskuakin: igoeran crollakin izandako arazuak arazo, ondo erantzun desta. Gaiñera, bathynellak jasotzeko prozeduria ikusi ahal izan dot VIP baten eskutik, ezin neike gehixago eskatu!

13:00ak aldian hasi gara jaisten. Putzu barrenian, hiru taldetan banatu gara: Diego eta Javi topo, Carolo eta bixok lagiñetan eta beste guztiak Josukin argazkigintzan. Guzurra dirudi: danak GEV gelan bagenguazen be, ez genduan alkar ikusten.

Bio eta argazki taldiak bat egin dogu gero, eta “Manuel Iradier” gelara jaitsi gara pizkaka-pizkaka; topo taldia polikixago zetorren, gelian kontrako paretetik. Manuel Iradierren beste pare bat argazki hartu dittu Josuk, eta Iñaki-Martin sifoi terminala ikusteko aprobetxau dabe. Javi eta Diego allegau dirazenian zeozer jan eta urtetzia erabagi dogu (Aranzadi gelian topo egin barik), sarrerako potzua igotzeko 2-3 ordu biharko genduazela ikusitta. 19:30etan kotxian genguazen, 20:30etan “El cartero” sagardotegixan, 21:30etan etxerutz, 23:30etan etxian.

POCO A POCO, EL "GRAN OJO" DE JOSU GRANJA NOS VA MOSTRANDO "PEQUEÑOS" RINCONES DE LA TORCA DEL CARLISTA.
Próximamente más...



1 comentario:

Iñaki dijo...

que pasada Josu, zorionak!