070105: X jauna, Bikain, Oier.
Trakamailleko ubegixan, oin dala aste bi hasittako desobstrukziño biharrak amaittu doguz eta premixua etorri da atzetik: X jaunak 200 eta piku metro egin dittu meandruan gora. 6 metroko desnibel baten geratu da bajatu ezinda, eta hurrenguan sokia eta topografixa materixalakin etorriko gara. Momentuz ez da agertu erreka nagusixa, denpora guztian “trop-plein” edo zera horretatik gabiz, alibiaderotik alegixa.
Como estaba previsto, la primera salida del año se la lleva la cueva de Trakamañe. La desobstrucción que se venía realizando en esta cueva quedó prácticamente finalizada en la anterior salida. Se intuía que en esta entrada íbamos a encontrar una respuesta a la gran incógnita de saber lo que se abría al otro lado de la estrechez. La verdad es que no reinaba el optimismo, pero la posibilidad de encontrar el río Trakamail hacía que la emoción flotara en el ambiente.
Lo que quedaba de estrechez se abre sin mayores contratiempos. La continuación se presenta en forma de tubo de galería inundado. 50 centímetros de ancho por 2 metros de alto y el agua cubriendo 170 centímetros, a lo largo de 10 metros. Un tramo bastante asfixiante y desde luego una trampa mortal en caso de crecida del río. Esta zona inundada va a dar a una estrecha grieta que únicamente a media altura presenta la anchura mínima (30 cm) para poder ser franqueada durante otros 2 metros, donde un nuevo estrangulamiento impide por completo la progresión. Atrapados entre dos paredes, únicamente la maza puede permitirnos el paso. Los golpes son muy poco efectivos ya que no hay espacio físico para poder mover el brazo, sin embargo, las muescas de roca se van desprendiendo poco a poco hasta que se abre un espacio mínimo a través del cual es posible forzar el paso. La arriesgada decisión de avanzar está tomada. La continuación muestra que si es necesario retornar no va a ser posible girar, por lo que deberá realizarse marcha atrás. El paso aprieta, pero al de 3 metros, los 50 cm de anchura que adquiere la galería se presentan como una inmensidad. La continuación es posible. Por el momento solo uno de nosotros avanza. Los otros dos se quedan para seguir dándole a la maza. La nueva galería avanza. Cada metro que se progresa parece que va a ser el último. Sin embargo, la galería avanza. 20…50…100…200… metros. La emoción va "in crescendo", pero el río Trakamail no aparece. Se alcanza un derrumbe de bloques, y ya franqueado éste, se decide retornar. El misterio del río Trakamail deberá esperar para poder ser desvelado.
El día de hoy ha sido uno de esos en los que los espeleólogos somos concientes del privilegio que tenemos de poder seguir explorando nuevas fronteras. De poder seguir dibujando nuevas líneas en los mapas de geografía. Esperemos que por fin el río Trakamail encuentre su sitio en estos mapas. Para ello va a hacer falta suerte -mucha suerte- pero pensamos que nos la estamos ganando y por tanto la esperanza es firme.