APROBADO!
2012/03/31
Espeleologia zientifikua Karlistan
APROBADO!
2012/03/27
EREÑOKO KOBEEN IBILBIDEA
Ereñoko udaletxeak eskatuta, dedikatzen dugu eguna Ereñoko mendiak ibiltzen, koba gehienetatik pasatzen ibilbide bat aurkezteko.
Ondoren, ibilbideak hasiera ta amaiera du Ereñoko Elizandean; 16 kmtakoa eta 15 kobatik pasatu ondoren.
Hemen izten dugu ibilbide maraztuta, batan batek nahi ba du egitea. Gu oso ondo ibili gara.
2012/03/26
IÑUBIJA
2012/03/19
BOLUNZULO EXPLORATION
Martin, Iñaki
Las casualidades suelen ocurrir cuando menos las esperas. Y encontrar aquella ventana no pudo suceder en un momento más inoportuno. La historia se remonta un año atrás. Simone acaba de sufrir un desafortunado resbalón setenta metros antes del gran sifón y se aquejaba de un dolor en la mano. Desgraciadamente, lo que en un principio parecía un pequeño golpe resultaría más tarde una fractura grave. Nosotros nos apartamos a una cornisa del lado derecho- mirando hacia el sifón-. Sin duda alguna no debimos quedarnos, aunque nos hubieran asegurado que se encontraban bien, que podían volver sin problemas, tendríamos que haberlos acompañado; fue un error dejarlos solos. Pero eso no lo sabíamos entonces. Y de ese acto inconsciente ocurrió una casualidad. Vimos desde esa misma cornisa un altillo y una colada que retrocedía hacia la boca de la cueva. Y un año más tarde volvimos allí sabiendo que aquel era el camino hacia las galerías fósiles.
Tras la colada, atravesando una ventana, llegamos a un balcón desde el que podía verse las rocas del túnel principal. Habríamos retrocedido alrededor cinco metros. Subimos un túnel en rampa hacia el noroeste y superamos un destrepe en la misma dirección. El mapa-boceto de Iñaki- que es una aproximación general, pues no teníamos instrumentos ni láseres, y además no sabríamos utilizarlos- comienza en ese punto. Como puede verse, existe una galería que se ramifica en diferentes puntos. Nuestro primer objetivo fue la sima (más bien una rampa) del fondo. Bordeando esta rampa dimos con un callejón sin salida, salvo por un pequeño agujero que parecía comunicar con la mencionada “sima”. Al volver inspeccionamos la rampa e incluso descendimos lo que pudimos, pero la pendiente terminaba con una caída abrupta en la que habría que instalar alguna cuerda para descender. Se veía una galería probablemente paralela al túnel principal. Entonces, pisamos de nuevo nuestras huellas y, a través de la primera bifurcación- hacia el Este, diría-, nos encontramos con la Sala Inclinada. Se trata de una espacio, como bien puede intuirse, inclinado. A partir de ahí se abre un mundo de columnas, desfondes, meandros, pozos e incluso estalactitas excéntricas (blancas y esqueléticas). El boceto lo muestra a grandes rasgos. Una sala al estilo Carroll, llena de puertas que aún no han sido abiertas. Quién sabe, quizá alguna mire hacia noroeste, hacia Lastarrike.
Al salir afuera, la luz aún iluminaba el árbol caído de la entrada. Escalamos por el enorme bloque de piedra y dejamos atrás las ruinas del séptimo molino de Oma, aquel que diera nombre a la cueva. Con el agua hasta la cintura y el petate navegando encima de la balsa, nos sentíamos como Orellana en las aguas del Amazonas. No habíamos cumplido todos los objetivos propuestos, pero teníamos la certeza de que volveríamos.
Nota: Con las fotos hicimos lo que pudimos, era una cámara muy mala, más mala que sus fotógrafos ¡así que bastante que sobrevivió a la cueva!
2012/03/17
Bedartzandin prospektatzen
Felixek-esandako-zelaian-bestaldean-pista-kontran-zegoen-zulotxo-Koba
2012/03/13
Hiru liburu barri
Argazkiak.org | Fito dedicatoria © cc-by-sa: ades
Laster izango dozuez lokalian!
2012/03/12
2012/03/11
Viaje al centro de la cueva
Existe un momento justo antes de que se tensen las cuerdas y tú te quedes colgando. Sucede después de soltar el cabo corto. Caes. Sólo durante un parpadeo. Pero en ese instante, en lo más alto de Axlaor Trokea, con 160 m bajo tus pies, sientes que la profundidad te engulle. Después, deshaces la coca lentamente, y entonces sí, con absoluto desprecio a la muerte, te enfrentas al vacío. Y desciendes a la oscuridad. Por mucho tiempo que hubiera pasado, o muchas cuevas que hubieran visto, ninguno de los veteranos había olvidado esa sensación.
Un poco antes, reíamos tranquilos subiendo hacia la Muralla Itxina.
Mientras el resto comentaba algo de unos bandoleros cántabros y unos aldeanos en mula, Santi parecía mirar de vez en cuando a Otxabide con la esperanza de que el viejo dragón asomara su morro humeante. El paleokarst trazaba un perfecto círculo defensivo alrededor de nuestro destino. Una corona inexpugnable; salvo por un punto. E igual que soldados otomanos atravesando Constantinopla por la trampilla de Kerkaporta, los cinco nos escurrimos como pequeñas lágrimas a través del Ojo Atxular. Habíamos llegado, y las hayas, tiritando aún del invierno, se movían alteradas. “¡Ya están estos otra vez con sus garrafonadas!” chirriaban. Dejamos a un lado la casa de verano de Mari (Supelegor) y, por fin, llegamos a la Gran Grieta Central.
El árbol del que una vez se colgaron Gotzon y Santi estaba ahora medio podrido, y en una de sus ramas se balanceaba un cartel: “No tirar piedras, espeleólogos explorando”. La verdad es que sí que aparecían montañeros esporádicos (y ex alumnos también), perdidos la mayoría, y que paseaban peligrosa y tranquilamente a unos pocos metros del gran agujero. Decidimos así que era mejor mover el cartel a un sitio más visible; el golpe de una piedra desde esa altura podía resultar un poco incomodo. Después, como buenos espeleólogos, comimos a gusto. El pequeño destrepe que nos habían señalado resultó no ser tan pequeño, así que instalamos un fino cordel para bajar tranquilamente. Gotzon no lo utilizó, por supuesto. Al descender, nos topamos con una ventana. Desde allí se veía Axlaor en todo su esplendor. Ese corte vertical de los bloques macizos de piedra, desprendidos antaño por la energía de la naturaleza inquieta.
Carlos nos guiaba ágil por la cueva con su temible escurión suizo. Él fue el primero, seguido de cerca por Santi; yo me lancé después, protegido y tutelado por Gotzon; y Diego cerraba el grupo cantando. Poco a poco nos fuimos sumergiendo en el pozo. La primera caída no superaría los 40 m y daba la impresión de ser la entrada gemela del Sneffels. Después: el resto de la sima. Tras algún fraccionamiento más difícil que otro llegamos todos a la base. Carlos colocó la cámara y saco un par de fotos al último de la cola. No había ningún otro equipo en Otxabide, así que no podíamos comprobar si comunicaba o no con la gran grieta central.
Comenzamos a subir de nuevo, esta vez liderados por Gotzon. Ascendiendo no pude mantener el ritmo de los cuatro veteranos, que de pronto parecían haber tomado ración doble de comida. Así que éstos aguardaron pacientes a que yo subiera, mientras una Meta menardi (o eso creo) me susurraba sonriendo, “¡Te vas a entorcar!”. Cuando por fin alcanzamos la salida, nos encontramos con que el fino cordel del destrepe no se agarraba nada bien al croll, así que Santi y yo decidimos hacer la “travesía” y dar un rodeo por el camino largo, los demás optaron por la vía complicada. Nosotros dos, sin embargo, seguimos el trazado natural de la cueva que se abría al exterior en un punto. Se trataba de un tragaluz al estilo Hang Son Doong, totalmente cubierto de nieve. Y ese frío en los pies fue el postre perfecto para una gran sima.
En cierto momento, Carlos me dijo con cierto orgullo que más de doscientos años me contemplaban. Eran cuatro leyendas anteriores incluso al dragón de Otxabide, pero que aún respondían al mito y al prestigio. Curtidos en la vieja escuela, demostraron que todos seguían la filosofía de Diego: "no importa lo que hagas, pero hazlo bien".
Por último, quería hacer una mención especial a Idoia, por su dedicación a la espeleología 24 horas al día sin interrupción ni descanso… ¡y por tener conectado el móvil a las 9 de la mañana!
2012/03/05
Obrak eta bufoia
2012-III-3: Oier, Niko, Tomax, Ane, Pablo, Ana.
Zaragozako lagunekin Mendexako lurretan egindako pasiadan:
- Isuntzako zubittik gorako obretan, mendixari jan detsen gunia ikuskatzen. Frente guztian ez da koba arrastorik ikusten.
- Garraitz ugartian, bufoi bat lokalizau dot sasi artian. Itxasua nahikua bare bazeguan be, zaratia eta sasixen mobimendua nabarmena zan.