El compañero Laurent nos ha hecho llegar esta bonita crónica sobre la exploración realizada este sábado en Lastarrike. Algunos estamos inmersos en un ataque de envidia.
16/05/2015
Que es lo que hace que una salida sea exitosa?
Que uno esté con amigos echando unas risas? Que haya mucha exploración? Que uno salga tan cansado como contento? Que el trabajo de un día diese para pensar una semana?
Que es lo que hace que una salida resulte amarga?
Que se encuentre desechos y malos olores a lo largo de toda la cueva? Que no se vea apenas la cueva por la falta de gafas graduadas? Que no se pueda cumplir todos los objetivos por falta de tiempo?
Todo eso es parte de lo que nos paso el sábado en Lastarike, donde entramos José, Marije, Loti (grupo Burnia) y Laurent a seguir con las exploraciones post sifón empezadas en 2014. Tras el corto pero laborioso equipamiento y porteo hasta el primer sifón, los invitados del Burnia fueron a visitar y revisar el resto de la cueva, mientras Loti y Laurent se sumergían por las aguas turbias y “aromáticas” del primer sifón rio arriba. Otro laborioso porteo más tarde, estábamos en la orilla del segundo sifón. Dejamos allí el material de escalada y pasamos con lo de topo. Detrás, pudimos avanzar fácilmente por la galería principal del río hasta un tercer sifón, probablemente el sifón de conexión con Bolunzulo. Arrancamos con la topo, mirando de paso un afluente interesante y una galería fósil. Una vez de vuelta donde habíamos dejado las botellas, cerrando la topo, habíamos acumulado 560m de topo. Ya era hora de salir, ya que los otros objetivos previstos y el porteo de salida nos habrían dado las uvas, y mucho más. Así que quedamos en volver pronto, para intentar concretar la conexión con Bolunzulo y seguir sorprendido por esta cueva.
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