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J.L. Pascual a la entrada de Jornos II |
Pascual arrojó la piedra al abismo, como hace cuarenta y cinco años. Fueron unos segundos que para todos los que allí estábamos serán inolvidables. Del silencio fue surgiendo un zumbido, una sonoridad grave y potente que se hacía más y más fuerte. El estruendo final lo llenó todo. Inquietud, emoción, miedo...
Cuando, minutos después, montaba el trípode y la cámara sobre aquel abismo, intenté abstraer mi mente de todo eso y espantar al Horror Vacui. Flotaba sobre el vacío negro, en un lugar emblemático para la espeleología de Bizkaia, pero había que concentrar la atención en la fotografía... hasta que pude divisar la iluminación de los de abajo. Entonces se hizo visible el abismo formidable por el que se había precipitado la piedra. Un enorme tubo casi geométrico que humillaba la escala humana, tan insignificante.
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Alfonso instala la bajada del Pozo Clásico. En la oscuridad brilla el andamio de 1973 |
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Alfonso desciende el Pozo Clásico mientras Santi, Martin y Josu le iluminan desde 171 metros más abajo. |
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Pozo Clásico desde abajo hacia arriba. |
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Equipo de exploración de Jornos II en el transcurso de la tercera expedición. |
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Una vez colocado el trípode, comienza el descenso. |
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Josu colocando el trípode para la foto |
1 comentario:
Josu!! Vaya foto del p171 !!! Ahora si que no bajo :-)
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