Antua, Richar, Josu, Jon Ander, Martín
Osolon egon ginen berriro.
Azkeneko sarreran begi bistako inkognita batzuk geratu ziren
ikusteke, gure sen abenturazaleena zirika, eta aste bat baino denbora gutxiago
pasata hor geunden berriro, sifoi
txikitxo eta marroi horretan.
Y es que Osolo guarda muchos secretos detrás de ese charco
de lodo. Rober y Jon Ander no pudieron verlo hace más de 20 años. Tampoco el
resto de los que pasaron por allí. De hecho, hasta hace unos meses, Osolo tan
sólo era una cuevita con un par de espeleotemas y un tubo freático que
desaparecía en un sifón impenentrable. Laurent desmontó esa teoría cuando
consiguió superarlo instigado por Oier y descubrió el vacío que albergaba en su
interior.
De momento, seguimos explorando el ramal que se abre a la
derecha tras el paso inundado. Allí las estalactitas crecen a centenas, son
blancas y excéntricas, y todo parece demasiado calmado: no hay viento. Y aún
así, todavía albergamos esperanzas. Intentaremos acabar la misma desobstrucción
de la última vez, por fin, y, si no da resultado, habrá que retroceder y comprobar
las escaladas que quedaron pendientes en la zona de la izquierda.
Urteak eta urteak pasa eta gero, Jon Anderrek bere mamuei aurre
egin zion eta behin pasatu ezin izan zuen sifoia erraztasunez gainditu zuen. Bigarren
aldiz etorri da jada. Parece que hay sangre del ADES por sus venas.
Osolo nos espera, dormida detrás de un sifón feo, frío y
embarrado.
1 comentario:
Akelarre bat egiteko beste mamu gordeta euki dou hainbeste urte pasata gero .... bañe merezi izan dau experientzi berri hau , gende jator hauekin egitea ..... Jon Ander
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